Vicios Ocultos II

Llueve en el exterior, las gotas de agua mojan el cristal de mi habitación, estoy acurrucado en mi cama mirando por la ventana... y me encanta. Disfruto del placer de ver llover mientras mis pensamientos divagan.

Reconozco que es un vicio raro, porque si llueve estando en la calle no me gusta, pero adoro la sensación de estar bajo cubierto viendo al cielo llorar. Ver caer las gotas y escuchar el ruido que la lluvia hace al aterrizar me relaja mucho y me da la impresión que el tiempo se para.

A veces comparto mi cita con la lluvia con un buen libro, sobretodo si se que no va a parar en toda la tarde, entonces se puede decir que desconecto totalmente del mundo y me olvido de todos los problemas que pasan normalmente por mi cabeza y simplemente... me dejo llevar.

Con este vicio yo he pecado.